martes, 12 de febrero de 2013

El Soldador

11/02/13 - Proesía El Soldador

I
La cara del soldador
Era pálida y tonta
Discrimino sin pasión
Suelda el soldador
Con calentura vibrante
Las muñecas suaves
Y olor, el olor fundante.

II
Este tipo, el Soldador, cara de poker de ases, un minón entre gato y modelo narco, cinco autos hechos pija que en el algún momento arreglaría, decidió dedicarte a la proesía y esto fue lo que hizo:

III
En primer lugar tuvo que solucionar sus evidentes problemas de tipografía para que sus compañeros pudieran apreciar el sentido de sus palabras. Su letra, totalmente ilegible, ya le había ocasionado conflictos anteriormente. Fue expulsado de varios talleres literarios por ello: el de Soldadores había sido el último y ya no podía seguir así y esto fue lo que hizo:

IV
Agarró el auto que había terminado de arreglar y se fue vibrante y caliente hacia la casa de un viejo escribiente y le exclamó. Tengo manos suaves para soldar pero no para escribir lo que me dicta el corazón, qué puedo hacer. El escribiente, consternado aprovechó e hizo un trueque: auto por letra legible.

Ladislao, Axel M., Giralima, Juan Fou

No hay comentarios:

Publicar un comentario